sábado, 30 de octubre de 2010

Conversaciones con Dios (1)

 


Hay en mi cabeza
un silencio deseoso
de latir con la mirada
de un corazón ansioso
por lanzar una bengala,
para llamar tu atención,
para darte mi oración.

Por los que caminan
con las manos al bolsillo,
por los padres y ancianos,
por todos los chiquillos...
Que el cariño los arrope
por el resto de sus años.
Que se nieguen a vivir
lo que el corazón corrompe.
Que a partir de ahí se atrevan
a escuchar todas las voces
que en su pecho se generan.
Y a mí hazme un huequito
ahí mismo, a tu ladito,
para sonreír satisfecho
de hacer algo de provecho.

Porque pido para él y para ella,
porque pido para ti...
¿qué querré más para mí,
que evitar una vida en barbecho?

Sólo quiero acción,
pasos firmes y acertados;
descifrando el corazón
y cifrando resultados.
El Amor en el espejo
y el vivir en mi pellejo.
Cantar dichas y desdichas,
caerme,
y reírme en el intento.

Con cualquiera que se cruce,
pido un trueque de emociones
para decir lo que no pude
cuando andaba a trompicones.

En Gracias me deshago,
contemplando tu gran obra.
Hoy me has escuchado,
todo lo demás ya sobra.

Con sentido del humor
te siento más al tanto.
Tal vez viendo tanto mal,
te apetece reír un rato.

Espero que recibas con agrado
mi pregaria de esta noche;
ayer te vi algo apagado,
¿nuestro materialismo y derroche,
te han desanimado?

Menos mal que todo sabes
nos comprendes y liberas,
nos apoyas en momentos clave
y enseñas a superar barreras.

Por los que caminan
con las manos al bolsillo,
por los padres y ancianos,
por todos los chiquillos...
Que el cariño los arrope
por el resto de sus años.
Que se nieguen a vivir
lo que el corazón corrompe.
Que a partir de ahí se atrevan
a escuchar todas las voces
que en su pecho se generan.
Y a mí hazme un huequito
ahí mismo, a tu ladito,
para sonreír satisfecho
de hacer algo de provecho.

¡¡Gracias!!


Francesc Romero.

No hay comentarios: